• 13/05/2022
  • Kusarive
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El objetivo del pensamiento crítico es evitar las presiones sociales que llevan a la estandarización y al conformismo. El pensador crítico busca entender cómo reconocer y mitigar o evitar los distintos engaños a los que es sometido en la cotidianeidad. Por eso desconfía de las fuentes de información como los medios de comunicación, ya que tienden a distorsionar la realidad. La premisa del Critical Thinking en Visual Analytics es dudar de todo lo que se lee o escucha, para acercarse con mayor precisión a los datos objetivos.

El pensamiento crítico no es un concepto nuevo ni mucho menos. De hecho su origen se remonta a la antigua Grecia: Sócrates y su mayéutica, Platón y su dialéctica, Aristóteles y su retórica. Aunque no fue a ellos sino al filósofo Max Black a quien se le atribuye la paternidad del término; este se utilizó como título de un libro de lógica en 1946. Ni los maestros griegos, ni tampoco Black, sabían nada aún de lo que ahora se conoce como fake news; pero sí de la capacidad de razonar del ser humano. Las fake news, surgidas al albor de las nuevas tecnologías y de las redes sociales, que amplifican su impacto, están, desafortunadamente, de moda.

La mejor manera de hacer frente a los argumentos falaces es desarrollar el pensamiento crítico para analizar lo que se lee, se escucha o se ve. Esto antes de darlo como verdadero. Esta situación provoca que, no solamente la gente normal sea incapaz de distinguir y separar la mala información de la buena; la fiable de la dudosa, sino que incluso los analistas de inteligencia se ven en dificultades a la hora de evaluar esa misma información.

Pensamiento crítico: definiendo el concepto

Hay tantas definiciones como expertos han tratado el tema. Quizás una de las más simples y precisas es la que hizo Francis Bacon (no confundir con el pintor), en 1605; «el pensamiento crítico es tener el deseo de buscar, la paciencia para dudar, la afición de meditar, la lentitud para afirmar, la disposición para considerar, el cuidado para poner en orden y el odio por todo tipo de impostura».

Desde una perspectiva más moderna, el pensamiento crítico se entiende como la capacidad de analizar y evaluar la consistencia de los razonamientos. En especial, de aquellas afirmaciones que la sociedad acepta como verdaderas en el contexto de la vida cotidiana, como las fake news; especialmente relevantes en la actualidad por su proliferación y rápida viralización.

Por tanto el pensamiento crítico es la capacidad manifestada por el ser humano para analizar y evaluar la información existente. Esto respecto a un tema determinado, intentando esclarecer la veracidad de dicha información. Además de alcanzar una idea justificada al respecto ignorando posibles sesgos externos. Se aplica el pensamiento crítico para intentar discernir la realidad de lo que dicen y se percibe. Todo ello a partir del análisis de los razonamientos empleados para explicarla.

De una forma análoga a lo que proponía Descartes, se trata de dudar de las informaciones, dogmas y axiomas absolutos. Mismos que se encuentran alrededor, y que es posible darles veracidad, o por lo contrario, ignorarlas. Con ello, se busca tener una idea justificada de la realidad y no aceptar ciegamente lo que otros digan. Este tipo de pensamiento, vinculado con el escepticismo, ayuda al ser humano a crear su propia identidad. Apareciendo a lo largo del desarrollo y siendo especialmente visible en la adolescencia y a partir de ella.

¿Para qué sirve el pensamiento crítico?

El sentido crítico ayuda a discernir entre argumentos mediocres y brillantes, a distinguir la información de valor de la prescindible, a desmontar prejuicios, a hallar conclusiones bien fundamentadas, a generar alternativas, a mejorar la comunicación y, en definitiva, a ser dueños de los pensamientos propios y actuar en consecuencia.

Aunque es una actividad cognitiva estrechamente relacionada con la razón, la finalidad del pensamiento crítico está orientada a la acción y es aplicable a cualquier aspecto de nuestro día a día, incluida la resolución de problemas o la toma de decisiones, por lo que su ámbito de influencia va desde el personal al laboral. ¿Se puede adquirir el pensamiento crítico?.

Algunos expertos consideran que sí, sobre todo si esa formación comienza en la etapa escolar. En la edad adulta se vuelve más complicado, pero hay algunas actitudes que pueden ayudar: analizar la información en pequeñas dosis, la importancia de los detalles y la búsqueda de los matices, practicar la curiosidad y el escepticismo, hacerse preguntas y contrastar a través de otras fuentes, y cuestionar todo lo que dicen, sobre todo, si va en línea a las creencias propias.

Pensamiento crítico y no desiderativo

Antes se ha indicado que el pensamiento crítico sirve para no dejarse llevar por la opinión de los demás y considerarla algo totalmente cierto y correcto. Sin embargo, no hay que confundir el pensamiento crítico con actuar con base en los propios impulsos. Si bien ser crítico con lo que se da por cierto es de gran ayuda para superarse y crear nuevos modos de ver el mundo, eso no quiere decir que se tenga que depender de lo que se crea sin más.

Ello podría llevar a pensar que lo que se desea o se piensa acerca de algo es la verdad, lo que a su vez puede llevar a cometer sesgos cognitivos. Por ejemplo, una persona con depresión mayor puede creer que su estado no va a cambiar nunca y que todo aquello que intente no tiene la menor importancia. Ello no quiere decir que así sea, encontrando (sea solo o con ayuda profesional) en su vida cosas positivas que le ayudarán a mejorar su estado.

El pensamiento crítico en sí, implica ser capaz de dejar de lado las diferentes falacias y sesgos para centrarse en buscar una verdad lo más justificada y razonable posible, buscando pruebas y evidencias respecto a que lo que se dice o hace sea verídico. Se basa en la búsqueda de la objetividad, obviando los elementos subjetivos y manipulativos que otras personas, o incluso uno mismo, puede introducir en el análisis de la información.

¿Qué habilidades implica tener pensamiento crítico?

Se ha hecho una descripción de lo que es pensamiento crítico. Sin embargo cabe preguntarse ¿qué es necesario exactamente para tenerlo? Tener un pensamiento crítico supone que el individuo que lo tiene posea, en algún grado, las siguientes habilidades o rasgos:

  • Capacidad de reflexión: para ser capaz de tener una mentalidad crítica, es necesario ser capaz de reflexionar sobre las cosas en términos abstractos. Es decir, poder asociar la información que llega con su significado, a un nivel, tanto superficial, como profundo, así como las implicaciones que dicha información tiene con respecto al resto de la realidad.
  • Flexibilidad: el pensamiento crítico implica la capacidad de dudar de que lo que se percibe o se cree percibir sea cierto, aceptando la posibilidad de que existan otras alternativas diferentes de la o las propuestas. Así, es necesaria cierta flexibilidad mental que permita visualizar que otras perspectivas, diferentes de la habitual, pueden ser objetivas y producir los resultados buscados.
  • Lógica y detección de sesgos: la capacidad de visualizar la lógica o falta de ella en las cosas que se analizan, así como los posibles fallos y sesgos que puedan tener las afirmaciones y pensamientos respecto a ellas, resulta fundamental en este aspecto. Si no se es capaz de detectar aspectos concretos de la argumentación que no acaben de concordar con la realidad, o a los que les falte explicación, no es posible hacer una crítica fundada.
  • Teoría de la mente: es necesario tener en cuenta que todas las afirmaciones y opiniones son elaboradas por seres humanos, quienes presentan sus opiniones con base en lo que ellos consideran correcto. Así pues, el conocimiento puede estar sesgado, incluso a propósito, si se busca algún objetivo particular con su transmisión.

La tarea del profesional

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